Con mi vecina y su hijo

Con mi vecina y su hijoEsta aventura me paso hace 10 años, yo tenia 35 por aquel entonces, vivia en un tercer piso de una calle céntrica de Madrid y alli llegaron Marcela con su hijo al piso que tenia en frente, lo habían alquilado. Marcela es una mujer colombiana que tuvo a Marco su hijo a los 20 años, en ese momento tenía 16 y ella 34.Marcela de piel morena 1,65m de estatura y sobre todo unas caderas con un culo espectacular, los pechos redondo y muy bien puestos, el primer dia que la vi que era el mes de Junio llevaba unos leggins ajustados del que se marcaba el tanga de tipo hilo por dentro, su hijo se le veia muy callado, media algo menos que su madre y tenia caderas anchas también, llevaba un short, al parecer sin nada debajo, y camiseta de manga corta. Les ayude a subir un par de maletas y les di la bienvenida.A partir de ese momento los típicos buenos días al cruzarnos en la escalera, etc. Era curioso que Marcela siempre subía a casa por las escaleras, un día le pregunte que si tenía fobia a los ascensores y ella me dijo que de esa forma mantenía el culo duro, dándose un par de azotes en su glúteo derecho, lo cual me dejo perplejo y no supe que decir, pero fue una situación que me excitó bastante.Marcela trabajaba de cajera en un supermercado con lo que tenía horarios un poco complicados, normalmente su hijo estaba solo, yo por mi trabajo tenía más tiempo libre y es por lo que un día me pidió que estuviera un poco atento de su hijito por si necesitaba algo, a lo que le respondí que no había problema, de hecho le di mi teléfono móvil a ella y a su hijo por si en cualquier momento necesitaban algo. Algún día que otro Marco el hijo de Marcela me llamaba al portero para que le abriera la puerta con la excusa de que se había olvidado la llave y me pedía que si podía quedarse conmigo un rato hasta que llegara su madre, a lo que sin problema acepté encantado.Un día su madre me propuso invitarme a cenar en su casa en agradecimiento a toda la atención que les había prestado durante esos días, yo acepté encantado y acudí a su casa, era un viernes a las 9 de la noche.Cuando llegue a su casa ella me recibió con un caluroso beso casi rozándome los labios, me invitó a entrar y me quedé pasmado con la ropa que llevaba puesta, un vestido muy ajustado negro que tapaba poco más que donde terminaba el culo, de hecho se lo tenía que estar constantemente bajando ya que se le subía todo el rato, el escote era bastante generoso y con zapatos de tacón superaltos, que le realzaban aún más la figura.Marco llevaba unos pantalones también ajustados de talla baja que dejaba ver un poco la raja de su culo y por lo que veía no llevaba calzón interior.La cena resultó muy amena, Marco apenas hablaba pero Marcela entre cada copa de vino no paraba de hablar de todo.Una vez terminada la cena Marco se levantó recogiendo los platos y se fue dejándonos a su madre a mi solos en el salón, en ese momento Marcela me dijo que el verdadero motivo por el que me había invitado es porque necesitaba ayuda con su hijo. Resulta que un día al llegar a casa encontró a su hijo metiéndose su consolador mientras miraba unas fotos mías en su móvil, parece ser que esas fotos me las hizo mientras estaba en mi casa, ella se enfadó bastante aunque me dijo que realmente sabía que algún día tendría que pasar ya que su hijo desde hace tiempo apuntaba maneras hacia los hombres, pero que no quería que su hijo fuera un putito que se le follara cualquiera de la calle, que si yo le hacía el favor de follarmelo y así satisfacer sus ganas de sexo, a cambio también me podría follar a ella, de hecho esa noche quería enseñarle como se debían hacer las cosas, este comentario tan directo me dejo tan perplejo como excitado y mirando su escote así como su culo perfecto sólo me salió un sí muy tímido de la boca. En ese momento Marcela llamó en voz alta a Marco para decirle que podía venir. Apareció Marco vestido con minifalda y una blusa atada a la cintura, la verdad que en ese momento no podía distinguir si era una chica o un chico, su madre me pidió que me sentara en el sofá mientras ellos delante de mi dándome la espalda comenzaron a desnudarse, Marco seguía los pasos de su madre. Primero se levantó la falda hasta la cintura mostrando su culo redondo como una manzana y a continuación lo hacía Marco, la verdad que en ese momento me pareció muy apetecible, Marcela vestia un tanga minúsculo y Marco esos de triángulo que ajustaban mas los cachetes, yo para ese momento tenía la polla más dura de lo que la había tenido nunca, su madre le decía a Marco mientras se desnudaba, que si le gustaba sentirse así de putita, que esa noche le iban a follar bien duro, y le mando que viniera hacia mi y me quitara los pantalones, mientras Marcela se quitó el vestido por completo y se quedó en tanga y sujetador, un sujetador que dejaba ver sus pezones pequeñitos y rosados dentro de unos pechos grandes y redondos. Marco se arrodilló delante de mi y acercando su boca a mi paquete empezó a desabrocharme el pantalón y a tirar de el hasta dejarme en ropa interior, empezó a restregar su cara contra mi rabo por encima del slip, Marcela le dijo que no me sacara la polla todavía ya que quería que viera como lo hacía ella, entonces me abrió las piernas y empezó a restregar su cara por mis huevos a pasar la lengua por toda mi polla y a mordisquearla poco a poco, cuando terminaba se apartaba y le pedía a su hijo al que ahora le llamaba putito que lo repitiera, ¡¡venga putito repite lo que tu mama te enseña!!. Una vez que restregaron bien su cara por todas mis partes procedió Marcela a sacar la punta por debajo del slip, sólo asomando el capullo, para en ese momento lamerlo todo pero solo el capullo, cuando se lo sacó de su boca me puso sus tetas en la mía para que le comiera los pezones y mientras Marco seguía lamiendo mi capullo, que la verdad no se le daba nada mal, yo por otra parte con mis manos empecé a sobarle el culo a Marcela y a meterle los dedos mientras notaba como se iban humedeciendo poco a poco, al rato bajo de nuevo a mis partes y apartando la boca insaciable de Marco tiró de mi slip dejando todo mi rabo al aire, aproveché para quitarme la camisa y en ese momento Marco se tiró a mis pectorales, su madre le dijo Mira putito como se mama una verga de verdad, empezó primero por el capullo para dejarlo bien salivado y cuando la saliva me llegaba a los testículos se metía la polla entera para recogerla toda y volverla a meter en su boca y así de arriba abajo, cuando llevaba como 5 lamidas le dijo a Marco, venga putito ahora es tuya, Marco sin pensarlo 2 veces se lanzó a meterse mi rabo en la boca con unos ojos tan abiertos que no le cabían en la cara, su madre le animaba diciendo ¡te gusta mamar verga verdad!, venga aprovechala, Marco intentaba meterse la polla entera pero solo llegaba hasta la mitad, la sacaba, abría mas la boca y lo volvía a intentar pero solo le daba la mitad de ella, Marcela mientras tanto me puso su culo en la cara para que yo mientras le comiera el coñito por detrás y me decía que quería que le follara a ella ya su putito por favor, que serían todo míos las veces que quisiera, eso me excitaba cada vez mas el saber que tenía un culo virgen de un putito que lo iba a romper en un momento y que a la vez a su madre me la podría follar también me hacía sentir un orgasmo constante, yo por mi experiencia podía controlar la corrida para alargar el momento lo máximo posible.Cuando marcela ya estaba muy húmeda se puso a 4 patas en el sofá, le dijo a Marco que sacara el vibrador y que le pusiera gel y que se lo metiera a la vez que veía como era follada por mi, así que, el a 4 patas al lado de su madre veía como era follada y el iba preparando su culo para la posterior envestida, mientras yo estaba follando el coñito de su Madre Marco se aparto el tanga hacia un lado y fue acostumbrando su culo, Marcela le decía, prepara tu culito que ahora vas a sentir como te folla un verdadero Macho, mientras jadeaba de placer comenzó el primer orgasmo, yo por mi parte aguanté como pude y una vez que se corrío me pidió que ahora le tocaba a su putito. Le saqué la polla poco a poco llena de sus flujos vaginales, marco con el consolador metido en el culo aprovecho a metérsela en la boca para dejarla bien salivada, me hizo una comida de rabo que me la dejo preparada para metérsela, en ese momento Marco arqueó bien la espalda para que su culo estuviera lo más abierto posible, Marcela le abría las nalgas para que el agujero de su ano aceptara bien la polla, entonces probé a meterle solo el capullo, su madre al mismo tiempo le pajeaba y por lo que pude ver era un pene bastante pequeño, ¡ te gusta que te follen verdad putito! Marco suplicaba que no se la sacara, métemela bien dentro por favor me decía, entonces yo poco a poco le iba metiendo cada vez más el rabo, lo notaba muy ajustado pero delicioso, tenía un culo suave y durito su cara de placer mirándome de espaldas me decía que se moría de gusto, una vez que la tenía entera dentro comencé la follada, su culo se hacía más a mi gran polla , a la cuarta envestida oí como gemía de placer diciendo me corro me corro no pares de follarme, a la vez Marcela ya tenía metido el consolador en su culo y los dedos en la vagina provocándose otro orgasmo.Una vez ya satisfechos Madre e hijo les dije que donde querían mi corrida, a lo que Marcela me pidió que dejara preñado a su putito quería que le llenara de lefa su culito, entonces no pude más y tuve la corrida más grande de mi vida, los chorros de esperma le salían por ambos lados y le caian por la pierna, Marcela aprovechaba para recogerlos con su lengua y llevarlos a su boca, Marco quedó exhausto tirado en el sofá y Marcela provecho para darle una buena limpieza a mi polla lamiéndola hasta el último rastro de semen y flujo que me quedaba en ella y cuando me dejo bien limpio empezó a limpiar el culo de su hijo.A partir de ese momento empezó una aventura sexual que ya les contaré en siguientes ocasiones.