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Durum
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Capítulo 5º: "la amiga de mi madr
Post #1
Capítulo 5º: "la amiga de mi madr
Estábamos abrazados, morreándonos.. cuando caímos en la cuenta de que había que volver a casa. Y yo estaba bastante mojado por el squirt de Isa. Cogimos servilletas de la mesa y empecé a limpiarme los muslos, el abdomen.. Ella se limpió su sexo con las servilletas y las dejó tiradas ahí. Le dije a Isa que con este olor a coño no podía volver a casa con Elena. Qué igual estaban todavía sus amigas y me lo notarían. "Pues nos bañamos en la playa, ¿qué dices?" -dijo con tono sensual. Lo cierto es que destilaba sensualidad, sexualidad, morbo.. cada propuesta suya me nublaba la vista. Asentí, porque era la mejor opción en ese momento y lo cierto es que era una noche calurosa, así que emprendimos marcha hacia la playa, prácticamente era cruzar la calle y ya estábamos. Lo malo es que había mucha gente por el paseo. "Y si nos bañamos desnudos.. como lo hacemos para que no nos vean?" -pregunté un poco cortado. "Tranquilo, sé una parte de la playa que tiene una cala no muy frecuentada, nos podremos bañar sin problemas.. y además, aquí siempre hay gente joven que le da el calentón y se ve de todo. Vamos a coger el coche". -contestó Isa la mar de calmada. Nos fuimos en coche... pisando fuerte la verdad, como si tuviese mucha prisa por llegar..Observé de nuevo sus piernas mientras conducía. Y en un semáforo no me pude aguantar y le metí mano. Me desabroché el cinturón de seguridad y me acerqué más. Le frotaba por toda su vulva, seguía mojadísima todavía. Era como si yo se lo estuviera lavando ahí mismo. Deslizaba mis cuatro dedos con suavidad por sus labios, por su clítoris y ella abrió las piernas, no me miraba, dirigía la vista hacia el semáforo en rojo pero se sonreía y se mordía el labio inferior. Aquello le produjo un morbo increíble y se mojó más aún, porque había un coche parado a nuestra izquierda y peatones cruzando. Me importaba un bledo que nos viese alguien. "Parece que hablamos el mismo idioma, verdad nene?" -dijo con voz de zorrón. "Ya lo creo, se me dan bien los idiomas"-contesté un poco vacilón. El semáforo cambió y aceleró como huyendo de allí o con celeridad por llegar y bañarse conmigo a la luz de la luna. Llegamos por fin a esa famosa cala desierta de la que me había hablado. Había rocas, había árboles, arena, y la luna iluminaba como plata el mar. Yo miraba hacia un lado y hacia otro. Isa me dijo: "calma, que ya te digo que hay mucha gente que viene a lo mismo, vamos a quitarnos la ropa".. Comenzamos a desvestirnos y cuando ya estábamos desnudos, Isa empezó a besarme y atraerme hacia ella. Me sonrió y me cogió de la mano y andamos hacia la orilla.. El agua golpeó con suavidad nuestros pies y estaba ligeramente fría. Nos seguimos adentrando.. ahora me cogía ella por la cintura y yo levanté mi brazo para acercarla más hacia mí, agradecía su cuerpo calentito y me gustaba sentir su pecho junto a mi piel. Me castañeaban los dientes porque corría un poco de brisa. Ella me abrazó fuerte y empezó a besarme el cuello, la cara y me besó la boca. Mi sensación era como volver a empezar. Isa era una caja de sorpresas y me daba sensaciones nuevas en el mismo día, en la misma noche. Podía enfadarme, excitarme y darme cariño y ternura en una diferencia de un minuto. Cada rato que pasaba con ella era nuevo y yo no quería que terminara esa noche. Me había sacado de casa después de tantos días. Y sí que es verdad que había estado en una jaula, bien cuidado y agradecido con Elena, pero más aún de las 4 últimas horas que me estaba dando Isa. El agua nos llegaba ya casi por el pecho, tomé a Isa de las manos, la cogí en brazos y ella me rodeó con sus piernas mientras nos morreábamos. Quería que el tiempo se detuviera, pero el reloj contaba y éramos conscientes de ello. Teníamos que volver y llevarme a casa. Salimos del agua y estábamos tiritando, suerte que tenía una toalla que había en el maletero y nos secamos un poco. Nos vestimos a toda prisa y nos metimos en el coche. Ya era tarde y tenía que justificar esa "vuelta". Aparcó un poco antes del chalet de Elena y paró el coche para despedirnos. Caímos en la cuenta que no teníamos nuestros teléfonos y nos añadimos en las agendas. Nos besamos y su mirada era distinta, ella era diferente a mis ojos. Seguía en una nube cuando llegué al chalet. Aún se veían luces en casa, llamé al timbre de la puerta de la valla y me latía el corazón con fuerza. Por un momento, no sabía si sentirme como el marido infiel que tiene que lidiar con su mujer o dar explicaciones de hijo a madre. Aquello me dio un vuelco al corazón. Era como si de repente, cuestionara la diferencia de edad entre Elena y yo. Me sentí maldito. Como un cabrón desagradecido, sentí asco de mi mismo por haber pensado eso un segundo. Se abrió la puerta con un pitido y me metí dentro. Elena me abrió la puerta de su casa, con los brazos cruzados, el ceño fruncido. Se veía enfadada. "Donde estabas?!" -inquirió furiosa. "Dando una vuelta como te dije"-respondí. "Ah sí? y esa vuelta te da para llegar hasta la playa y bañarte?" Me quedé mudo. No esperaba a Elena tan enfadada. Si que es verdad que no tenía llaves y no podía yo entrar sigiloso y ella haberse acostado tranquila. Tenía que abrirme la puerta. Pero confiaba que sus amigas estarían y que tendría otro humor. Pero ya no quedaba nadie. Se había quedado levantada por mí. Y tonta no era, claro. "Con quién estabas?" "eh?".. "con mi hermana, verdad?"-dijo cabreada. Al tiempo que me daba un leve empujón con una mano en el hombro. "oye Elena, cálmate, vale?".."he salido un rato con tu hermana, sí. Porque es la única persona que conozco aquí, con quien quieres que me vaya a dar una vuelta?, a ver".. "Pues que te vuelva a recoger porque tu no duermes hoy aquí".. " o qué te has pensado??"..-preguntó iracunda. "¡Qué!.., me estás echando?!" -exclamé abochornado. "¿y qué te crees que soy imbécil?.. qué no sé de sobra que os lo habéis pasado en grande juntos?".. -inquirió. "Sí, igual que estará haciendo tu marido en Ibiza.." -dije herido. Elena con furia en los ojos, me abofeteó la cara. Nos quedamos en silencio. Yo miré al suelo unos segundos con la cara ladeada aún. Elena se llevó las manos a su rostro, arrepentida de su reacción. Hizo gesto de acariciarme.. Pero yo me quité de ella y le dije: "Está bien, me voy".. Con lágrimas en los ojos me rogó que no me fuera. Pero al pegarme, me sentí mal y tenía ganas de marcharme. Me sentí extraño, no recordaba ni la última vez que mis padres me habían puesto un dedo encima. Y en cuanto a chicas, tampoco me había llevado ningún guantazo. Sé que obré mal pero en esos momentos de calentón, uno no mide sus consecuencias. "Y donde vas a ir?, es muy tarde.." -dijo con tono protector. "Además, estás en mi casa durante esta semana".. "Pues si soy mayor para que me eches la bronca y me des una hostia, soy mayor para pasar la noche fuera. Ya vendré mañana" -contesté cabreado. Salí por la puerta a paso rápido, no podía estar ni un segundo más.. me sentí un cabrón por un lado y por otro, enfadadísimo. Cuando llegué a la acera, me alejé de la casa y mandé un wassap a Isa. Le dije que Elena estaba muy enfadada y no me dejaba quedarme a dormir, si podía pasar la noche en su casa, al menos. Al cabo de unos 5 minutos, Isa me recogió. Al meterme en el coche, ella me estaba observando: "¿te ha pegado?.. tienes marcas de dedos en la cara!".. "No preguntes, arranca por favor".. -dije a media voz. (Continuará). |
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